Escribo un sencillo protocolo a seguir, para aquellos momentos cuando el cielo se derrumba sobre la cabeza...
Cuando la angustia pega, duro y a la cabeza, lo primero es encontrar un lugarcito ajeno a lo cotidiano, por ejemplo, digamos, los baños para dama si uno es caballero, o viceversa.
Entre. Siéntese cómodamente sobre la taza. Respire hondo repitiendo en voz alta a cada inhalación profunda,
- Yo soy uno con el cosmos, el cosmos es aquí.
Si a la tercer inhalación profunda piensa,
- Pero, pero ¿qué estoy haciendo?
o bien,
- ¿Qué es ese olor del demonio?
y no sale del baño, o es sacado a malos tratos, con una sonrisa que le dure todo el día, le devuelvo su dinero.
martes, agosto 24, 2010
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