sábado, septiembre 29, 2007

Shopping Minds

Los consultorios de psicoanalistas son como los centros comerciales: idénticos en todo el mundo.

martes, septiembre 11, 2007

La Tragedia de Julio (1992). Acto I, Escena 1

Escrito por: Los Poetas de la Última Fila
c.1992

ACTO I, Escena 1

NARRADOR:
Distinguiderrimo público:
Bienvenidos a esta sesión,
esto no es nada cómico
así es que pongan atención.

Nos encontramos en la antigua Roma,
regida por su emperador,
a quien Bruto jugó una mala broma
según cuenta en gran escritor.

PUBLICO:
Déjense de tanto choro
la obra queremos ver
ya que el tiempo vale oro
y no lo queremos perder.

NARRADOR:
Si el público clama a coro,
como lo acaba de hacer,
a mí me vale gorro
sus palabaras se han de comer.

Si no hay nada más que agregar
y se el profesor nos lo permite
habremos de continuar...
que la historia se repite.

(Musica de Eye of the Tiger.)

CESAR:
Romanos:
Les doy a ustedes la más cordial bienvenida,
buenas noticias traen mis labios
a Pompeyo le hice la movida.

PUEBLO:
!Bravo, Bravo, Bravo!
!Que viva el conquistador!
CESAR:
Pompeyo salió con las patas entre el rabo
se los digo yo, mi más ferviente admirador.

(Aplausos del pueblo)

CESAR:
A ustedes pueblo adulador
les dedico esta victoria
de este su seguro servidor,
espero me guarden en memoria
a su querido salvador,
y lo eleven a la gloria:
!Hsganme emperador!

PUEBLO:
Vamos, César, síguele
hablas muy bonito.
A tu rima mídele
pa que le hagamos el corito.

CESAR: (Carraspea)
Ayer planté unos tomates
en mi huerto de salvado,
pero salieron cacahuates
por regarlos demasiado.

(Pueblo se queda con el anonadado)

PUBLICO:
Ese verso no me late
porque ya ests muy choteado
todavía con "aguacate"
y te lo hubiéramos pasado.

CESAR:
No me interesa la fama,
y como soy muy mono
tampoco quiere su lana
sólo sentarme en el trono.

(Cesar codea a Marco Antonio)

ANTONIO:
Y porqué no, romanos?
Démosle la corona
prometió baños públicos sanos,
y una discoteque en cada zona.

CESAR: Es demasiado para miguel
una corono de oro,
ANTONIO: Démosle una de laurel
y nombrémosle rey a coro.

(Se van en hombros)

PUBLICO:
Marco Antonio es bien barbero,
y siempre jala parejo.
César el mss chorero,
y al pueblo se trae...loco.

NARRADOR:
Este pyblico alburero
nos duele mucho en el alma
se puede poner severo
el buen profesor Palma.

Lo que el público no sabe
es que unos conspiradores,
quieren que el César acabe
en una tumba sin flores.

Preswntoles pues a tales rufianes,
escepto a Bruto que es de buen corazón,
y por ello los muy gananes
lo enganaron sin consideración.

lunes, septiembre 10, 2007

Las Bodas

Me dicen que en las bodas uno siempre conoce un nuevo amor. Así, con ese pretexto, me presento.

Desde hace horas que, secretamente, no dejo de mirarla. No puedo dejar de envidiar a sus pies que no paran de sacarla a bailar.

Desde hace horas que, indiscretament, no dejo de preguntarme si no será esta nuestra boda o si es cierto que los invitados saben que ese vestido tan lindo que lleva he de quitárselo yo.

Desde hace horas que, enamorado, quisiera decirle: si viene con aquel, déjelo, vámonos. Si viene sóla, olvídese del resto, cásese conmigo hoy, y en el resto de las bodas.

jueves, septiembre 06, 2007

Valor

Vale su peso en lágrimas de risa

Promesas

Voy a hacerme un arreglo,
que me deje respirar contento, sereno, sin ataduras de ti.

Voy a hacerme un sombrero,
con luz de la mañana y una sonrisa sin sombra del pasado.

Voy a hacerme un arreglo
para poder vivir sin ti, continuamente,
cómo en los últimos tiempos cuando estabas presente.

Voy a hacerme un abrigo de mi,
para vivir, para seguir viviendo, sin ti.

Amor, voy a hacerme un arreglo de palabras,
para sentarme a contemplarte, para no verte más sin mi.

martes, julio 10, 2007

Los alcatraces

A pesar de las luces y mi poca paciencia, todavía lo estaba checando de reojo. Inclinado sobre la vieja esa, sonriente, hablándole al oído, como si el escándalo fuera sólo un pretexto. Pinche güera, con su narizita de muñeca y su aburrida colita de caballo. Su ex, su primer amor ¡Ja! ¡Cómo si el amor fuera de porcelana!

Por alguna razón, yo no había mandado a volar al gordo que no me dejaba en paz. Me decía no se qué de mis ojos. Ya saben, lo típico. Yo soy Pedro Palazuelos, será panza-suelos pensé. Yo te conozco, tú te llamas Eva. ¿Quién te dijo? le contesté enojada por la repentina indiscreción. Tú y yo fuimos amantes en otra vida ... bla, bla, bla.

Ya estaba tan cerca la carita bien rasurada del cabrón de Eduardo, que se confundía con las mejillas de la fulana. Seguro ya podia oler la colonia que le había regalado su tía, la que se cree devora hombres y santa. ¡Qué ni se haga el galán, que de camino a la disco casi llora por que le negué un beso!

¿No quieres bailar? dijo el tal Pala-no-se-qué. Por reflejo me llevé la mano a la cadena que me regaló mi abuelo. Órale, así por lo menos me distraigo un poco e igual se me pasa el coraje. Nos fuimos a la pista, él por supuesto no soltó su güisqui.

¿Dónde estabas? Que te importa, ya vámonos, me van a matar en mi casa. Eduardo, visiblemente satisfecho por creer que mi enojo era por celos, quiso agarrarme de la mano. Afuera, el gordo Pala-bromas estaban hablando con el patán que cuidaba la cadena. ¿Por qué te vas tan temprano Evita?

Eduardo tenia la cara roja, iluminada por la luz del semáforo. ¿Quién era ese güey? Nadie, contesté distraída viendo los alcatraces del camellón. Se pasó el alto tan impunemente como pudo hacerme ver; su coche con quemacocos era lo más preciado que tenía después de su ridícula reputación de galán.

A unas cuadras de mi casa, un golpe seco debajo del coche le sacó la única mueca franca de la noche. Ya sabes flaca que me tienes que avisar de los topes. Perdona, se me olvidó. Y volvió a acelerar, escondiéndose otra vez en su cara de niño bien.

El segundo golpe se sintió más fuerte que el primero y lo obligó a bajarle casi del todo a la música. Híjoles, perdóname estoy segura que ese tope es nuevo. Eduardo me volteó a ver con la misma cara que me puso mi papá cuando le dije que quería hacer paracaidismo. Sonreí. Para resarcir el orgullo, herido por los dos topes anteriores, aceleró más aún. El tercer golpe, que no tardó en llegar, terminó por dejar en claro que yo no daba un carajo por su coche, ni por su pelito relamido, ni por él.

Se detuvo frente a mi casa. La luz del cuarto de mis papás estaba prendida. No quiero volverte a ver, dije, y me bajé del coche sin ver su reacción. Saqué las llaves de mi casa. Pinche güera, y lo peor es que todavía tengo que aguantar el choro de mi papá.

Abril, 2002.

sábado, julio 07, 2007

Hacer

Hagamos, de hacer, un trato entre tus ojos y los míos. Hagamos, de inventar, un beso entre tu boca y la mía.

Hagamos, de sudar, un cuerpo entre el tuyo y el mío. Hagamos, de querer, un amor entre tú y yo.

Hablemos con la vida y la muerte. Hagamos, de buena fe, un trato inquebrantable, para que ni ella ni ella diluyan lo que tenemos entre manos y corazones.

Hagamos, amor mío, de amor lo nuestro y dejemos el resto para mañana.

Febrero, 1999.

Corazón robado

!Oye, regrésame mi corazón! ¿Cuánto tiempo más crees que lo vas a tener? Lo necesito, en serio, no seas así.

Soy yo, el que te ha amado, de ida y vuelta. Si quieres usarlo, te vas a tener que venir a vivir acá, conmigo. Venir poco a poco, un dedito a la vez.

!Esta bien! ¡Quédate con mi corazón, ya no lo quiero! ¿para qué? Si tu sigues del otro lado del mundo, lejos de mi y de mi vida sin ti.

viernes, julio 06, 2007

Juego

Ya lo ves bonita, nuestro juego no es nuevo, pero nuestros besos son únicos en el espacio sideral por que vienen y van a la boca de esa linda muchacha, tan linda, que sólo puede ser tú.

Mayo/2003

lunes, julio 02, 2007

Limón y Frambuesa

Ayer día dejé un libro de Neruda sobre el estante. Quizás, si me hubiera animado a pagar los diez euros que pedían por la antología, no les estaría escribiendo ahora...

Salí de la librería y el sol pegaba a full. Me puse los lentes obscuros y me diluí entre los demás turistas.

Entre el sin fin de tiendas, encontré una heladería donde los clientes en fila se ponían de puntitas para alcanzar a ver el menú sin perder su lugar. Dos niñitas corrían de la madre al mostrador a la madre, y aquellos que salían satisfechos del local, devoraban sus helados sin dignarse a ver a aquellos que todavía esperaban su turno. No resistí la tentación, y me formé detrás de un señor que algo le murmuraba a la vida.

Salí con una de limón y otra de frambuesa, relamiéndome los bigotes y mirando de reojo a los pobres diablos que esperaban impacientemente su turno. Me perdí en la ciudad, ignorando mi excesiva carga de trabajo, aquella que en parte no me dejó llevarme a Neruda en la bolsa.

Había quedado de ver a una pareja de amigos a cenar, así que aproveché las últimas horas antes de verlos para internarme en una biblioteca para intentar sacarle un par de líneas al artículo que vengo arrastrado desde hace meses. El mentado artículo salió como entró, dos horas más tarde, quizás por que nunca logré zafarme de la idea de regresar corriendo por otro helado.

Cuando llegué, ya me estaban esperando. Nos saludamos con cariño y nos sentamos en una mesita a la orilla de la plaza. Una amiga va ha venir a cenar con nosotros, me explicaron.

Y así, llegó. Con ojos grandes y verdes como limones, y boca roja y fresca como – ¿adivinan? – frambuesa. Para cuando habíamos ordenado el entremés, yo ya sabía que con aquella mujer quería pasar directo al poste. Durante la cena, pretendía escuchar a mis amigos hablar de las bondades de la ciudad, mientras me perdía en la mirada y en la sonrisa de aquella mujer. La tarde pasó como la vida entera.

Mis amigos se despidieron, y por azares del destino, ella y yo nos quedamos solos junto al rio. Perdona, tal vez sea inapropiado, nunca le dije, pero hoy un poema de Neruda me dejó el corazón expuesto, que ojos tan lindos tienes. Me alejé contento de tener tiempo para trabajar un poco más en la noche antes de dormir... Imbécil.

Hoy me desperté temprano y triste, mañana dejo la ciudad. Temo no volver a verla, pero más, temo no poder olvidar que un día la dejé sobre el estante. Por eso quería contarles, aunque sea olvido el único dolor que ella me causa, y éstas las últimas líneas que de ella escribo.

Julio, 2002

sábado, marzo 03, 2007

La Abulieta de Pepe

- Oye Pepe, ¿qué tu abuelita estuvo en el hospital? ¿Cómo está?

- Chido. Yo creí que iba a valer madres, pero agarro el pedo.

lunes, febrero 19, 2007

En otras noticias

Hoy querida, me volví a encontrar con tu figurita
ausente. Otra vez, clara y fulgurante. Espero
que no pienses en mí, que no me sueñes como yo te sueño.
Por que eres mi ..... puta madre que pinche hueva me doy!!

Abril 14, 2003.

Relativism

Puzzles me that, in the most rushed of hours,
there is always time for seemingly pointless things.

Frase para Cumbia I

Me muero de ganas que hables.... para no contestarte!

Bobby

Is this noise,
Is this noise,
Is this noise,
what 'am feeling?

domingo, febrero 18, 2007

Híjoles!

Por ahí de principios de Junio decidí ya no darle más largas a una relación que, según el yo de aquel entonces, no me estaba dejando nada bueno. Como buena relación a distancia, el agarrón ocurrió por teléfono. A las dos horas de haber colgado ya tenía 38 y medio de fiebre.

Después de cuatro días con fiebre, el doctor me recetó antibióticos y me mandó hacerme análisis general de sangre, orina, etc. Volví dos semanas más tarde. Con los resultados de los análisis en la mano el doc dijo, it might be a good idea to make an appointment with the urologist, because you had cystitis. ¡¿Cistitis?! ¡no me chinge! ¡Pues que eso no le pasa sólo a las mujeres?!, pensé.

Cinco semanas más tarde entré puntal, a las dos y veinte, al consultorio del urólogo. No podría decir cual era el promedio de edad de los pacientes en la sala de espera, por que en el momento no contaba con datación de carbono 14. Me pareció, sin embargo, que como yo, los viejitos ingleses llevaban un frasquito de orina fresca (tibia en su caso).

Estaba ojeando el último número de Cambridgeshire cuando una enfermera de muy buen ver, en un entallado vestido-típico-de-enfermera color azul cielo, me llamó. Have I pronounced well your name? Estupéndamente bombón.

Enter the medic. El Dr. Ahmud me saludó sin tenderme la mano, lo que en retrospectiva la agradezco infinitamente. Llevaba mi expediente médico y charlamos agradablemente por cinco minutos. You know is not common in guys to have cistitis? Intenté convencerlo de que mi estado anímico me había jugado un mala pasada, pero no he me hizo mucho caso. Ya iba yo preparado, así que no me agarro en curva cuando me pidió, tan profesional como una puta, que me bajara los pantalones.

El Dr. Ahmud se puso unos guantecitos de latex y procedió mientras yo me esforzaba en no imaginarme a la enfermera diciendo, Oh! I have mispronounced your name, shouldn´t I be spanked? A este punto de la consulta el doctor ya me estaba, literalmente y no, tocado los huevos. Después de lo que pareció una eternidad, y mientras se embadurnaba la mano derecha con jalea, el Dr. Ahmud dijo sin perturbarse, Now, I am going the check your prostate....

!Híjoles, no debería de andarles platicando estas cosas!

Epilogo. El resto de los análisis salieron completamente normales. Mes y medio más tarde estaba de vuelta enamoradísimo y de viaje con la mujer que causó tanta desdicha. ¡Ah! por cierto, Mark my words, prostate checkups are overrated.